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ESTE ES EL CAMINO.
El visionario director Jon Favreau, quien dio vida a la primera cinta del Universo Cinematográfico de Marvel (Ironman), se fue de viaje a una Galaxia muy, muy lejana, para traernos la primera serie tipo western en el universo de Star Wars: The Mandalorian. Cuenta con Pedro Pascal (Din Djarin/The Mandalorian), Carl Weathers (Greef Karga), Gina Carano (Cara Dune), y Giancarlo Esposito (Moff Gideon) entre otros. Dirigida por varios directores como el propio Favreau, Taika Waititi (que también da vida a IG-11), Bryce Dallas Howard, Deborah Chow, Dave Filoni, o Rick Famuyiwa; The Mandalorian se sitúa entre El Retorno del Jedi y El Despertar de la Fuerza. Ludwig Goransson se encargó de componer la banda sonora, al igual que en Black Panther. Cuenta con 8 episodios y su segunda temporada se estrenará en octubre del 2020 en Disney+. La serie fue aclamada tanto por la crítica como por los fans.
LO BUENO DE THE MANDALORIAN
De primeras, The Mandalorian se siente como algo completamente nuevo dentro del universo de Star Wars que ya conocemos. Seguimos las aventuras de “Mando”, donde el ambiente es mucho más sucio y viejo, a diferencia de las películas. Pese a estar en un universo que conocemos de sobra, se nos introducen cosas tan básicas sobre que son los droides IG, hasta ir descubriendo poco a poco los nuevos rangos que hay dentro del ya caído Imperio.
La serie está centrada a una menor escala que cualquier película y eso se ve por las interacciones entre los personajes: prima la cercanía, y la historia que permite que la trama avance es mucho más simple. No hay en juego nada que se parezca a lo que hayamos poder visto anteriormente, sino que realmente estamos viendo como un hombre se intenta ganar la vida día a día. En ese aspecto, The Mandalorian brilla con luz propia.
La serie cuenta también con un invitado muy especial. No es otro que Baby Yoda, o “el Niño”, como se refieren a él en toda la serie. Aparece al final del primer capítulo, y al igual que lo hace el espectador, Mando no puede resistirse a su ternura. Aunque Baby Yoda sea lo más mono que salga en la serie, también es el principal macguffin de toda la primera temporada. Y de parte de los guionistas, es una elección muy inteligente para mantener a la gente pegada al televisor. Mientras que es obvio que Baby Yoda es de lo más cotizado en la serie por los personajes, también lo es para el espectador. Deseamos verlo cada vez que sale y no le podemos desear ningún mal.
¿Quién quiere ver como el adorable Baby Yoda termina en manos de unos sucios cazarrecompensas? Pues eso, nadie. A no ser que seas del Imperio, claro está.
Los dos últimos capítulos son sin duda los mejores de esta primera temporada, tanto por los elementos nuevos que aparecen, pero también por su continuidad. La trama se ve acelerada por los eventos de la misma, haciéndola mucho más interesante y llevadera, donde el espectador desea que se llegue al final. Además, que ese final con Moff Gideon y el darksaber nos deja frotándonos las manos, ya que ese sable de luz tan peculiar era posesión justamente de los mandalorianos. Añadiendo que hay un fuerte rumor que la mítica Ashoka Tano aparecerá en la segunda temporada, el futuro para The Mandalorian pinta muy bien de momento.
Una vez más, Ludwig Goransson hace un trabajo magnífico en el aspecto musical. Consigue captar ese ambiente al más puro estilo western con su banda sonora, que junto con los atuendos que llevan cada uno de los personajes, permiten que el espectador se sumerja en este nuevo mundillo presentado por Favreau. Unido a la estética y a unos efectos especiales maravillosos, esta primera temporada tiene muchos puntos fuertes.
LO NO TAN BUENO DE THE MANDALORIAN
Como la propia serie indica, se siguen las aventuras de Din Djarin, el Mandaloriano. Para quien no lo sepa, estos mercenarios pertenecen al planeta Mandalore, caracterizados por su inconfundible armadura y su casco; el cual no se lo pueden quitar habiendo gente delante. No obstante, pese a llevar su nombre, la serie tampoco ahonda muchísimo en el personaje de Din. Si bien es cierto que se nos explica como fue rescatado de forma breve y concisa en el episodio 7; tampoco se hace un esfuerzo por desarrollar mucho más su personaje o tratar de humanizarlo un poco más, aunque hay ese breve intento con esos flashbacks.
De la misma forma que he indicado que los dos últimos episodios son los mejores de la primera temporada, es por la ya mencionada continuidad. Muchas veces da la sensación de que los capítulos son independientes los unos de los otros; habiendo siempre un principio y un final, donde al empezar uno nuevo hay una misión diferente al anterior. Si bien es cierto que la historia no se ve alterada; no hay ningún tipo de final que se quede en suspense hasta el episodio 7 y 8. Y realmente, creo que la serie se vería beneficiada en gran medida si más episodios hubieran sido de esa forma; donde se podían permitir el lujo de dejar los dos primeros episodios a modo de introducción, para no tener que pisar el freno el resto de capítulos.
Hay momentos que se pueden hacer espesos porque uno tiene la sensación de que ha entrado en una misma dinámica; donde empieza el episodio, hay una misión, se completa dicha misión, se termina el episodio. Por suerte, los dos últimos episodios rompen esa tendencia.
Como último defecto que se le puede buscar es que hay un solo momento que termine en una nota negativa, siendo está la muerte de Kuiil. Si bien es cierto que hay un momento donde Mando está seriamente herido, nunca llegas a temer por su vida. Entiendo que sea propiedad de Disney y que se haga contenido para todos los públicos, pero no pasaría nada si al terminar los episodios, o en cualquier momento, hubiera un momento en el que realmente te preguntases si Mando o cualquiera de los otros personajes van a terminar sobreviviendo.
EN RESUMEN
The Mandalorian ha sido un éxito tanto para los fans como para la crítica. Es entretenida, y se siente como una novedad dentro de una saga tan querida; pero que, en este caso, se ha hecho todo con mimo desde el primer minuto. Con un equipo de dirección variado, pero con un objetivo común; The Mandalorian es un paso adelante que deberá de consolidarse al estrenarse su segunda temporada. La estética, ambiente y banda sonora son muy buenos, permitiendo así adentrarnos en un western de Star Wars inédito hasta el momento. De haber sido todos los episodios como los dos últimos, sin duda sería un sobresaliente. Pero tiempo al tiempo. Este es el camino.
NOTA FINAL: 7,5/10
