Review de «Spider-Man: No Way Home» (2021)
¿QUÉ ACABA DE PASAR?
Spider-Man: No Way Home es la tercera entrega de las películas de Spider-Man dirigidas por Jon Watts, en la que Tom Holland, Zendaya, y Jacob Batalon vuelven a retomar sus respectivos papeles. La cinta ha supuesto un soplo de aire fresco para la industria, ya que ha logrado recaudar más de 1,88 mil millones globalmente, dejando claro que películas de este estilo, incluso con una pandemia de por medio, tienen potencial para atraer a la gente de vuelta al cine. Estrenada el 16 de diciembre del 2021, esta cinta empieza justo después del final de Lejos de Casa.
LO BUENO DE SPIDER-MAN: NO WAY HOME
Lo más destacable de No Way Home es el hecho que logra juntar tres generaciones del tan amado trepamuros desde el comienzo de la misma. Volver a ver a Alfred Molina como Doc Ock, Willem Dafoe como el Duende Verde, o Jamie Foxx como Electro es una grata sorpresa. No Way Home es sin lugar a dudas la mejor película de la trilogía de Holland, donde por fin vemos como Peter Parker asume su responsabilidad y refleja ese Hombre que hay dentro del Hombre Araña. Atrás queda ese niño que sueña con convertirse en vengador (Homecoming) y que luego recula al darse cuenta de lo que realmente significa ser un héroe (Lejos de Casa).
Las consecuencias en esta cinta por fin se sienten reales, obligando a Peter a tomar decisiones que le perjudican, pero que protegen a sus seres queridos. El final se puede considerar ciertamente desgarrador por la situación en la que Peter se encuentra, pero sabiendo como funciona este universo (o más bien multiverso) cinematográfico, no creo que haya muchos problemas para que Ned y MJ puedan volver a recordar todo su pasado con Peter. No obstante, esto es algo que se venía echando en falta en las dos historias anteriores, y es algo que lastraba mucho la seriedad del personaje y de la historia en sí. Uno no se puede tomar en serio algo cuando se nos está constantemente dejando claro que no hay consecuencias y que todo se resuelve rápidamente y de forma fácil.
Hacer que Peter sufra y vea que es lo que realmente implica convertirse en un héroe era el paso necesario (y que llevaba planeado desde hace tiempo) que necesitaba el personaje. Spider-Man se basa en hacer lo correcto por el resto; aunque eso implique que él tenga que sufrir, el bien común prevalece por delante del individual. El sentimiento de responsabilidad adulta es un tema en el que se hace hincapié de la mano de May, especialmente cuando ésta muere en los brazos de su sobrino. Aunque haya muchos fans que estuvieran decepcionados por no haber visto al tío Ben en las películas de Tom Holland, el hecho de que May diga la mítica frase de “un poder conlleva una gran responsabilidad” es algo que nos hace ver que esta es la película en la que Spider-Man nace de verdad.
A pesar de que la cinta podía sentirse algo “light” al principio, si que es cierto que a partir de la muerte de May, tanto el tono como el ritmo de la película van hacia arriba, olvidándose de chistes fáciles (aunque hay excepciones) y dando una historia mucho más seria de lo que habíamos visto antes. De la misma forma que ver a antiguos villanos fue una sorpresa muy agradable, la vuelta de Andrew Garfield y Tobey Maguire también fueron maravillosas. Verlos de nuevo como Spider-Man es algo que hace unos años parecía una utopía, y que a día de hoy, es una realidad.
Y aunque tener a tres generaciones distintas de Spider-Man en pantalla sea algo fabuloso, hay un actor en especial que robó cada segundo, cada fotograma, cada instante en el que estuvo presente, y no es otro que Andrew Garfield. Es un actor excelente y su actuación, aunque breve, logra eclipsar a Tom Holland, y a Tobey Maguire. Capaz de redimirse de su fallo al no poder salvar a Gwen Stacy de morir en su segunda película, Peter 3 deja claro que el único problema que hubo con su historia era la gente de Sony. Tanto Andrew Garfield como Tobey Maguire aman al personaje, y se nota en sus actuaciones. Cada uno tiene su oportunidad de brillar y es de agradecer.
Jon Watts hace un gran trabajo al que hay que reconocer el debido mérito. A ratos, No Way Home presenta buenos planos, una fotografía bonita, y en general, una dirección más que correcta. Siento que el potencial de Watts está aún por explotar, pero desde luego que deja claro que hay mucho que ofrecer. Y no podría olvidarme de Michael Giacchino, que vuelve a poner la música en esta entrega. Algo muy importante, y que no se le da la suficiente importancia, es la banda de sonora de una película. Ayudan a elevar cada escena y son una parte integral de las emociones que siente el público.
Tener al mismo compositor durante tres entregas seguidas para el mismo personaje permite dotarlo de consistencia y coherencia. Giacchino, siempre atento a los detalles, deja ver como el tema de Spider-Man cambia y evoluciona a lo largo de la trilogía, estableciendo como Peter se convierte definitivamente en Spider-Man.
LO NO TAN BUENO DE SPIDER-MAN: NO WAY HOME
Tengo que admitir que hasta la muerte de May, estaba empezando a tener dudas de forma constante sobre si esta película. A pesar de que los diez primeros minutos tienen un buen ritmo y se pasan rápido, tengo que puntualizar que parece que la bomba que suelta Mysterio en la cinta previa parece que no lleva a ningún lugar. Sí, la identidad de Peter queda al descubierto. Pero como en otras películas de Marvel, esto pasa a un segundo plano, y se usa como herramienta para llegar a lo que realmente se quiere llegar (el Spiderverso). Pero no es solo eso, sino que hay momentos en el que la historia parece perder el rumbo.
Da la sensación de que No Way Home tiene ideas que sobre papel son muy atractivas, como puede ser el caso de la pelea entre Peter y Norman en el apartamento de Happy. Pero toda esa línea argumental de traer a cinco villanos multiversales a una casa que ni siquiera es la de Peter o May contradice bastante ese sentimiento que quiere infundir May en Peter. Tampoco es que den un argumento sólido para ello, ya que tendría bastante más sentido que, en vez de llevar los villanos al apartamento, donde están las máquinas y otros dispositivos para ayudarles a curarse; fuera llevar estos artilugios al sótano del Sanctum Santorum.
Un problema muy grande del multiverso son los villanos que vas a tener. En este caso hay cinco, y francamente, dos de ellos sobran: el Lagarto y el Hombre de Arena. No tienen ningún tipo de repercusión en la trama y están ahí para dar la sensación de que al abrir el multiverso, puede entrar cualquier tipo de villano. Entiendo esa idea y la respeto, pero no tiene ningún sentido meter tanto antagonista en una película de 2 horas y media, donde además los dos salen durante escasos 5 minutos. Si la cinta fuera más larga, donde se toma el tiempo de desarrollar a cada uno, no habría ningún problema. Es más, creo que quitarlos hubiera sido un acierto. Hacer de Electro, Duende Verde, y Doc Ock el trío principal hubiera estabilizado mucho más la trama, eliminando esa sensación de intentar abarcar todo lo posible sin poder nada más que arañar la superficie.
El siguiente problema está presente en Lejos de Casa y sigue vigente en No Way Home, y no es otro que los guionistas. Creo firmemente que Chris McKenna y Erik Sommers son buena pareja de guionistas, que saben muy bien cuando implementar humor, pero no entienden al personaje de Peter Parker. Si el humor ya fue el comodín que permitía pasar por alto situaciones incómodas y poco coherentes narrativamente hablando en la cinta anterior, aquí es más de lo mismo y un poco más. El agujero de guion más obvio es el hecho que, a pesar que Doctor Strange explica claramente que los villanos que han llegado al UCM conocen a Spider-Man, no todos los villanos conocen a Peter Parker. Este es el caso de Electro, ya que en ningún momento de The Amazing Spider-Man 2 esto se confirma, o ni siquiera se pueda intuir que lo sepa.
Pero ya no es solo como los guionistas usan el humor para hacernos olvidar que hay momentos en los que mejor no pensar mucho para no destapar las fallas; sino porque hay bromas que no tienen gracia, o que lastran el impacto emocional de entregas anteriores. A esto me refiero con la escena entre May y Octavius, preguntándole si quería agua salada (cabe mencionar que en ningún momento se menciona que le llamen “Octopus”). O el hecho que Peter 2 diga que su mejor amigo le intentó matar, afirmando que fue “trágico”, en un claro tono cómico. Son pequeños detalles, pero son detalles que a uno le puede sacar de la historia.
Esto no significa que esta cinta deba ser oscura o deprimente, pero estos momentos de humor lastran muchísimo a No Way Home, y no es la primera vez que Marvel incluye bromas para intentar quitar hierro a un asunto o directamente no darles importancia a ciertos elementos narrativos. Meter tanto humor de forma tan forzada da la impresión de que estás tambaleando a los personajes entre caricaturas de ellos mismos.
Otro problema también relacionado con los guionistas es la resolución de conflictos. Dejando de lado el humor, que también sirve como herramienta para lograr un objetivo de forma fácil y rápida, hay momentos de la cinta en los que uno tiene la impresión de que todo ocurre demasiado rápido. No creo que la batalla final dure más de 15 minutos, y se siente terriblemente editada para que se haga fácil de ver y digerir. Supongo que esto se debe a que se quiere hacer películas de una cierta duración para que la gente pueda verla más rápido, y así generar más en taquilla. Pongamos el ejemplo una vez más de The Amazing Spider-Man 2. Peter tarda hasta el final de la cinta en averiguar cómo crear lanzatelarañas que fueran resistentes a las descargas de Electro, y en No Way Home no parece ser un problema, a pesar que Peter 1 lanza una telaraña directamente a Electro. Es como si se olvidasen a propósito de ciertos inconvenientes, y no guardan continuidad ni lógica con lo anteriormente establecido.
En cuanto a Tom Holland, es un actor con talento, pero que justamente este guion le lastra. Me gustaría poder decir que esta es su película, pero la carismática actuación de Garfield, y el cariño de los fans hacia Tobey Maguire, hace que se sienta eclipsado. Y ya no es solo por dotes de actuación, sino porque tengo la sensación que nadie hablaría de esta cinta, ni hubiera logrado lo que ha logrado generar en taquilla, de no ser por haber usado a actores de otras cintas de Spider-Man. La sensación general es que Tobey Maguire, Andew Garfield, Alfred Molina, Jamie Foxx, y Willem Dafoe acuden al rescate de Holland, y elevan una historia que sin ellos, jamás podría haber llegado a estos niveles.
Por último, debo admitir que hay escenas donde el CGI se ve algo por debajo de lo esperado. Mientras hay escenas que muestran a Spider-Man a plena luz del día (contra Doc Ock, por ejemplo), hay otras que se ven algo mal. Prueba de ello es la batalla final. Todo está oscuro, uno no sabe donde donde está cada personaje, todo ocurre muy deprisa, y en general, es difícil acordarse de algo. Quitando la que será ya una histórica pose de los tres Spider-Man encima de la Estatua de la Libertad, el resto de esa secuencia resulta olvidable. No se logra apreciar cada movimiento con facilidad, y la cinta se muestra poco consistente con la paleta de colores escogida. Rara vez puedo pensar en un plano que genuinamente resulte atractivo de ver. No obstante, entiendo que esto se debe a la enorme cantidad de pantalla azul que se usa (no rodar en sitios de verdad afecta) y a la pandemia.
EN RESUMEN
Plagada de referencias a antiguas películas del personaje, Spider-Man: No Way Home tiene un comienzo algo turbulento, intentando abarcar demasiado para el poco tiempo que tiene. No obstante, la vuelta Andrew Garfield y Tobey Maguire son la razón principal por la cual ir a ver la película. A pesar de que el guion ofrece varias incongruencias con antiguas películas, además de volver a caer en los mismos errores del pasado, No Way Home es una película entretenida, que sin embargo tiene potencial desperdiciado. Bromas fáciles y fuera de lugar, resoluciones genéricas, primar el espectáculo por encima de la lógica, y la falta de coherencia lastran a una cinta que usa la nostalgia para atraer a millones, y donde parece que prima el espectáculo por encima de la narrativa.
Aunque sea indudablemente la mejor película de Spider-Man protagonizada por Tom Holland, es necesario darle a este último la oportunidad de poder brillar auténticamente en solitario. De no ser por Maguire y Garfield, tengo la sensación que No Way Home no tendría la repercusión que ha tenido. No estoy en contra del fan service, pero si no está bien hecho, después de un tiempo, la niebla del hype desaparece y la historia se queda expuesta. De seguir así, Marvel va en camino de lo que decía Scorsese: se terminarán por convertirse en parques de atracción. Y el problema es que estas películas pueden ser mucho más. Este tipo de historias pueden inspirar a millones, ese es su principal poder. Y un gran poder…
Me hubiera gustado más el verdadero nombre del escritor, AKA webitos_ricos