Review de la Temporada 1 de «After Life» (2019)
NO HAY MÁS ALLÁ.
After Life es una serie original de Netflix, escrita y dirigida por el británico Ricky Gervais (creador de la serie The Office (UK), que serviría de inspiración para dar lugar a la creación de su homóloga, The Office (US), protagonizada por Steve Carell). El propio Gervais interpreta al protagonista de esta serie; Tony, un hombre que trabaja para un periódico local en el que su cuñado es el jefe. A esto se le añade que Tony ha perdido recientemente a su esposa por cáncer de mama, y se encuentra sumido en una depresión profunda al no encontrarle sentido a la vida, ni saber qué hacer con ella.
Al verse en una espiral autodestructiva, donde lo único que hace es resaltar los errores de los demás, Tony decide vivir lo suficiente para únicamente castigar al mundo. Estrenada el 8 de marzo del 2019, Netflix confirmó que habían renovado para una segunda temporada menos de un mes después, el 3 de abril.
LO BUENO DE LA TEMPORADA 1 DE AFTER LIFE
A simple vista, After Life sigue la vida de un hombre depresivo que encuentra su mayor pasatiempo en insultar y menospreciar el trabajo de los demás, añadiendo el gran esfuerzo por no escuchar a la gente que le quiere ayudar y rodea. Pero no es solo eso. After Life toca varios temas; como lo pueden ser la religión, la monogamia, la educación, lo políticamente correcto, o el uso de drogas, entre otros. Si bien es cierto que hay varias cosas que Tony hace y que son debatibles; como, por ejemplo, decir todo lo que piensa sin aplicar ningún tipo de filtro, o amenazar a niños pequeños, nos llega a plantear si lo que realmente hace es justificable si es por ser viudo o no.
¿Por qué está tan mal visto decir la verdad de forma cruda, y se da con todo el colorante posible? ¿Por qué se nos plantea que solo tenemos una media naranja cuando el planeta Tierra está habitado por más de 7 billones de personas? ¿Qué de malo hay en decir lo que pensamos, si al fin y al cabo eso nos puede ayudar a evitar malos tragos?
Lo que esta serie logra, de forma muy certera, es de hacer ver que la vida merece la pena. El hecho que veamos la vida de la forma que la ve Tony nos permite ver la evolución (podemos incluso hablar de involución en ciertos compases) que sufre a lo largo que pasan los capítulos. Él se da cuenta que si bien es cierto que perder a quien más quieres es un golpe tremendamente duro de encajar (muchas veces cercano a lo imposible), hay otras razones por las cuales seguir viviendo. Se nos plantea el hecho que el más allá es inexistente, pero, aunque sea así, no hay razón alguna por la cual uno debe de portarse mal.
Nadie irá al cielo o al infierno, así que basar nuestras acciones en ello es irracional, como el hecho de pensar que hay un más allá. Por eso se nos indica implícitamente de ser lo mejor que podamos ser de todas formas: la vida no está hecha para ser vivida por obligaciones sino por motivaciones. Lo importante de todo es saber que un momento no es tan buen momento si no se comparte con alguien quien quieres.
Lo importante es saber que van a haber muchas personas que van a estar peor y mejor que tú, y que no es ninguna competición demostrar si estás en una situación donde tus penas son tan grandes que terminan por desbordarte, o, al contrario, si tu estado de felicidad es tan importante como para hacérselo saber a los demás. No sirve de nada compadecerse si no se ponen una serie básica de pautas para seguir adelante.
A medida que va avanzando la serie; Tony empieza a hacer más caso a su difunta esposa (con la quien logra comunicarse a través de vídeos que ella le ha dejado), e intenta ser mejor persona. Se va dando cuenta que hay más mundo más allá de su mujer, y que puede hacer amigos siendo él mismo. Logra establecer una amistad con Daphne y Julian, por ejemplo. Con este último la relación se basa en el consumo de drogas, y llega a una nueva dimensión cuando en un ataque de honestidad; donde Julian admite que no le importaría terminar su vida en cualquier instante, podemos observar el desarrollo que sufre el personaje Tony.
El Tony del primer capítulo jamás le hubiera dado el dinero para que se fuera a comprar drogas, por dos razones. La primera de todas es que no hay vinculo emocional, así de simple. La segunda razón es el hecho que a Tony no le importa perder dinero si eso implica ayudar a un amigo, aunque eso implique su muerte. En ese momento en el que Julian se sincera con Tony; se cumplen ambos requisitos: Tony le considera un amigo, y aunque Julian sea un drogadicto, se ve reflejado en él: ha perdido a su esposa, ha considerado el suicidio y no ve la luz al final del túnel.
A priori no es algo que pueda parecer que un amigo haría por otro, pero al verse reflejado en él y pudiendo entender su dolor; Tony comprende que aunque él no haya podido terminar su propia vida por el terrible sufrimiento que siente. Si él es capaz de ayudar a otra persona a dejar de sufrir, lo hace sin dudarlo. De forma indirecta participa en un suicidio, algo que ha considerado innumerables veces, y que de cierta forma la atrae.
After Life ahonda en el tema evidente de la depresión. Esto lo puede uno interpretar como quiere, pero quizás una de las lecciones que Gervais quiera extraer, una vez se ha terminado de ver esta primera temporada; es dejar ver que la depresión nos puede afectar hasta cierto punto y que, a partir de ese punto, somos nosotros los que estamos al mando. Somos nosotros los que decidimos de que forma y cuanto nos va a afectar. Como diría el gran Jim Carrey:
La depresión es algo muy real y no hace falta en absoluto que sea diagnosticada, pero si uno mismo no se da la oportunidad de comer sano, recibir el calor del sol, dormir lo suficiente, consumir contenido positivo, o de rodearse de gente que ofrezcan apoyo; entonces uno no se está dando una oportunidad real de combatirla.
Habrá momentos en la vida donde uno reciba golpes, se caiga y se sienta perdido. Y son cosas, que por mucho que no nos gusten, y mucho menos poder controlarlas, debemos de hacer frente. Y en lo que si que podemos controlar es en la forma en la que nos afecta y que hacer; como reaccionar una vez estamos frente a ellas. Eso es lo que nos intenta enseñar After Life.
Es muy simple, cuando uno está deprimido, de quedarse en el salón de su casa comiendo helado y pensar que todo le va mal. Es tan fácil que la mayoría del mundo lo hace cuando tiene depresión y se limitan a contarle al resto del mundo sus problemas; sin buscar solución alguna porque eso conlleva esfuerzo. Nadie te va a decir nada porque estás deprimido. Luchar contra este tipo de cosas conlleva un sacrificio de tiempo y también físico. Es el camino fácil que te permite vivir en una burbuja donde la gente no te va a decir nada por el hecho que la sociedad trate diferente a la gente con depresión. Lo difícil, y que la gente admira también, es de seguir adelante con la vida, por muy dura que haya sido la caída.
Muchas de las cosas en la vida no llevan manual de instrucciones, y por las razones que sean, la depresión parece ser un tema tabú. After Life lucha contra esos prejuicios. Se invita a la gente a ser diferente. A ser más honestos. A decir lo que uno piensa, pero no porque esté deprimido, sino porque es lo correcto. A hablar con los demás, sabiendo que la sinceridad es la mejor cura frente a cualquier problema. Bien es cierto que también hay que tener tacto ya que todo el mundo es diferente y no reaccionamos de la misma forma frente a obstáculos o cualquier otra cosa. De todas las lecciones que hay en esta serie; si se puede extraer una, sin duda sería la siguiente: deja de ser como ellos quieren que seas.
LO NO TAN BUENO DE LA TEMPORADA 1 DE AFTER LIFE
Si uno conoce a Ricky Gervais y ha visto monólogos o entrevistas suyas; quizás puede llegar a pensar que las reflexiones que introduce en esta primera temporada son recicladas de otros sketches o cuando ha visitado distintos platós de televisión. Es quizás la única pega que le puedo encontrar, ya que se puede llegar a ver como algo repetitivo.
EN RESUMEN
La auténtica belleza reside en el interior de una persona cuando está feliz y es honesta. Cuando se ha perdido ese motivo por ser feliz, la única forma de volver a ser feliz es encontrando eso que nos hacía feliz; y con ellos somos capaces de pasar página y seguir adelante, por mucho que duela. Compadecerse es simple y no sirve de nada, porque lo puede hacer todo el mundo. Lo difícil es tirar adelante.
[…] que Ricky Gervais hace algún tipo de serie, intenta meter elementos de crítica. Lo hizo en After Life, y lo hace aquí. ¿Por qué rehúye la gente de los ancianos, si al fin y al cabo son los más […]