Review de «Spider-Man: Lejos de Casa» (2019)
ES HORA DE DAR EL PASO.
Spider-Man: Lejos de Casa es la secuela de Spider-Man: Homecoming, y vuelve a estar dirigida por Jon Watts. El elenco principal vuelve a ser el mismo; con Tom Holland a la cabeza (Peter Parker/Spider-Man), Zendaya (MJ), Jacob Batalon (Ned), Marisa Tomei (Tia May), Jon Favreau (Happy Hogan), con la inclusión de Jake Gyllenhaal (Quentin Beck/Mysterio), Samuel L. Jackson (Nick Fury), y Cobie Smulders (Maria Hill).
La trama se desarrolla 8 meses después de los sucesos de Vengadores: Endgame; donde vemos el mundo después del «Blip» (momento en el que todo el mundo que había desaparecido por el chasquido de Thanos vuelve a la vida), y, sobre todo, como ha afectado la muerte de Tony Stark, en especial a su pupilo, Peter Parker. Parker debe de recoger el testigo y decidir si está capacitado para ser el próximo Ironman. La cinta ha recaudado más de 1300 millones en taquilla, siendo la primera película del trepamuros en sobrepasar la cifra de mil millones de dólares.
LO BUENO DE SPIDER-MAN: LEJOS DE CASA
La cinta me pareció superior a Homecoming en todas las facetas: desde la trama hasta los efectos especiales. Estos últimos se pueden considerar de los mejores de cualquier película que sea del UCM.
De forma general, si que es cierto que hay más Peter Parker que Spider-Man, sobre todo al principio de la película. Pero una vez entramos en el tercer acto, si que se puede apreciar como Peter acepta el cargo y la responsabilidad que conlleva ser el superhéroe que todos conocemos llevándonos a una batalla final muy entretenida. Si en Spider-Man: Homecoming, Peter amaba ser Spider-Man y actuaba de forma un poco temeraria sin esperar realmente ningún castigo, ni abstenerse a ningún tipo de responsabilidad; aquí todo cambia de forma radical. El hecho de haber presenciado la muerte de Tony Stark en primera persona, ver lo que había en juego y la responsabilidad que ser un superhéroe conlleva; hace que Peter se replantee si realmente todo lo que amaba antes merece la pena.
En esto se parece un poco a Ironman 3, donde el héroe le tiene miedo a su propio traje por las tremendas responsabilidades que implica; además del riesgo que significa para él y la gente que le rodea y ama. En ese sentido, Spider-Man: Lejos de casa posee un tono diferente, donde vemos la evolución del personaje de Peter y como tiene que ponerse el mono de trabajo (aunque no quiera); haciendo frente a las amenazas y lo más importante de todo, está solo. No tiene la ayuda de Tony Stark.
Si Peter mete la pata, no va a haber nadie que vaya por detrás enmendando sus errores (algo que se vio en Homecoming, en la escena del ferry). Aquí Spider-Man está en solitario y debe de hacerse cargo de su destino y sus acciones; cosa que permite desarrollar el personaje del arácnido, permitiéndole dar un paso al frente; dejando de lado ser un adolescente para convertirse en un hombre, madurando en el proceso.
Otro punto a favor de esta película es Mysterio. Si uno ha leído los cómics sabía que Quentin Beck iba a ser el antagonista de la cinta; haciendo uso de sus ilusiones para engañar al mundo, y haciéndose pasar por héroe. Sin embargo, si uno no conocía a Mysterio de antemano, entonces le ha podido sorprender el “giro” que toma la película. Como era de esperar, Mysterio usaba también ilusiones en esta adaptación al cine, con el único objetivo de ser el próximo Ironman y quedar como el héroe que el mundo necesita. A medida que Marvel sacaba películas, una gran debilidad que poseía la multimillonaria franquicia era de no lograr crear villanos con los que también nos pudiéramos sentir identificados; o por los cuales sentir sentimientos más allá del odio hacia el personaje. Una buena forma de entender mejor a los villanos y sus motivaciones es de establecer un vínculo emocional con el personaje principal.
En este caso, Quentin Beck conocía a Tony Stark. Beck trabaja para el magnate americano, logrando desarrollar el sistema de Post Olvido Transitorio Aumentado (P.O.T.A), que a la postre iba a apropiarse Tony, como si hubiera sido él quien hubiera diseñado dicho sistema (que se ve por primera vez en la película Capitán América: Civil War); y además despidiendo a Beck en el proceso, al considerarlo “inestable”. P.O.T.A funciona con gafas (como Google Glasses), permitiendo que el resto de la gente vea cosas que solamente el portador puede controlar. El hecho de ligar pequeños detalles que a priori pueden parecer no tener importancia con la trama es un recurso inteligente que nos hace sentir parte de un universo más grande.
Cuando Beck se entera que las gafas E.D.I.T.H (Estando Difunto, Igualmente Tu Héroe), van a ser entregadas a Peter Parker, pone en marcha un plan elaborado para hacerse con ellas y poder controlar drones; que a la postre le van a servir de herramienta para generar ilusiones (los Elementales). Hacer de Mysterio un personaje que tiene una relación (aquí de forma indirecta) con Parker, es un muy buen recurso; ya que se pueden ver las dos caras de la moneda de Tony Stark: el billonario que cuida de un chaval de 16 años, y el de un empresario al que no le tiembla el pulso si tiene que despedir a alguien de su empresa.
Las motivaciones de Beck por las cuales odiar a Tony son evidentes y bien argumentadas, haciendo que su intención de querer estar en el centro de atención sea comprensible; después de todos los chascos que se ha llevado.
Si Mysterio es un sólido villano, esta cinta también cuenta con unos grandes efectos especiales y banda sonora. Si bien es cierto que puede haber momentos que el CGI flaquea un poco, los VFX son altamente superiores a su predecesor. Cualquier escena en la que salga Mysterio es una escena donde uno tiene garantizado quedarse altamente impresionado. A esto se le añade la genial banda sonora que acompaña al villano, cortesía de Michael Giacchino. Y como cualquier película de Marvel, está cargada de referencias a películas anteriores como Ironman, Capitán América: Civil War, Vengadores: EndGame, Star Wars o AC/DC.
Como último punto fuerte, creo que se debe de incluir la primera escena post-créditos. El hecho que, aun estando muerto; Mysterio logre incordiar por última vez a Spider-Man, revelando su identidad delante de todo Nueva York (junto con ese cameo estelar de J.K. Simmons como JJ Jameson), abre una nuevo camino jamás visto antes en una película de Spider-Man, y, que, francamente, en la era digital, lo difícil es mantenerse de incognito.
LO NO TAN BUENO DE SPIDER-MAN: LEJOS DE CASA
La película tarda un poco en arrancar. La primera escena es cuando vemos por primera vez a Mysterio, pero después tenemos que esperar un rato hasta que podamos ver algo de acción. La escena del avión se puede hacer un poco larga y espesa; aunque la película quiere dar esa sensación de historia de adolescentes que se van de vacaciones. Hay además bastantes veces en el que el humor es recurrente y las bromas no terminan de convencer; pero sobre todo se usa como joker cuando hay situaciones embarazosas/difíciles de explicar para un personaje, esperando que el público se ría y no le dé mucha importancia al asunto.
Un ejemplo de ello es cuando Peter salta por la salida de emergencia en el bus y logra detener al dron que iba a lanzar un misil; cayendo despeinado en el mismo sitio. Es físicamente imposible no darse cuenta de que durante un breve momento alguien ha desaparecido; o que había un dron a punto de reventar un bus escolar.
Otro punto débil de la cinta es el interés amoroso que tiene Peter por MJ. Sale de la nada. Ni siquiera se insinuó de la forma más mínima en Homecoming. Es un poco extraño que Peter; quien trataba todo el tiempo de impresionar a Liz, cambie de forma tan repentina de aires y decida ir a por MJ, con quien apenas hablaba ni solía llevarse tan bien. Tampoco es que se deje tiempo para desarrollar esta relación, ya que al final terminan saliendo juntos, y todos felices. Supongo que todos queríamos un final feliz después de Endgame.
EN RESUMEN
Spider-Man: Lejos de Casa es una película entretenida, que permite desarrollar el personaje de Peter Parker; alejándolo de Ironman para convertirse definitivamente en Spider-Man, sabiendo las responsabilidades que conlleva ser un héroe, dando un paso al frente. Parker no parece obtener ningún respiro hasta el final de la cinta, pero el hecho de lograr sobreponerse a los obstáculos él solo permite que el público le vea como alguien más capaz de hacer cosas por si mismo. Mysterio es un gran villano, donde sus ilusiones son de lo mejor que el UCM puede ofrecer, logrando envolver en un aura de miedo psicológico a quien sea. Es un buen final de la Fase 3, y junto con Spider-Man 2 y Spider-Man: Un nuevo universo, de las mejores películas del trepamuros.